Este pasado miércoles, en clase de FOL (Formación y Orientación Laboral), el profesor, tratando el tema de las medidas de seguridad
en el trabajo, comentó la tragedia del estadio de Heysel (luego conocido como estadio del Rey Balduino). Ya que puede ser un tema interesante para tratarlo por aquí, les voy a contar la historia de lo que sucedió allí.
29 de mayo de 1985. Estadio de Heysel, Bruselas (Bélgica). Se va a celebrar la final de la Copa de Europa (actual Champions League). Los equipos contendientes eran el Liverpool (que en aquel entonces era el campeón de la edición anterior de la Copa de Europa, y llevaba 4 títulos (contando el mencionado antes) en las últimas 8 ediciones) y la Juventus (que había ganado el año anterior la Recopa (niños, antes de que el fútbol se convirtiera en un deporte de "modelos" existía la Recopa, que era una competición europea para aquellos equipos que hubiesen ganado la copa en sus respectivos países)). Estos dos equipos ya habían jugado en enero de 1985 la Supercopa de Europa, con victoria para el equipo italiano (2-0 en la ida e incomparecencia del Liverpool en la vuelta).
Los ánimos estaban caldeados: En Inglaterra había surgido el fenómeno "hooligan", que se amparaba en el anonimato que promovía el hecho de estar en grupos de masas humanas para realizar actos vandálicos, beber grandes cantidades de alcohol o portar símbolos nazis o de extrema derecha, entre otros hechos de dudoso gusto.
Este fenómeno había "rulado" por otros países, y en Italia había encontrado un buen acomodo. También se añadía el hecho de que en 1984 el Liverpool le había birlado la final de la Copa de Europa a la Roma en los penaltis en la capital italiana, y que poco tiempo antes, sucedió la tragedia de Bradford, en la que murieron 85 personas en el estadio del Bradford City tras incendiarse una tribuna de madera en mal estado.
En el estadio había 60000 personas para ver el partido (leo en otra información que la capacidad del mismo es de 50000 personas, pero no aclara desde cuándo tiene dicha capacidad). Por aquel entonces, como muchos estadios de la época, el estadio tenía localidades de pie (sí, niños, antes los estadios tenían localidades para estar sentados y otras para estar de pie) en las zonas de gol.
La organización tenía planteado colocar a las aficiones en distintos lugares para evitar problemas. También se iban a repartir varias entradas para aquellos belgas que quisiesen disfrutar del partido.
Sin embargo, las entradas cayeron en manos de aficionados de los dos bandos, por lo tanto, coincidirían en la misma zona (concretamente lo que sería gol norte).
Una hora antes del comienzo del partido, los aficionados del Liverpool de esa zona, borrachos perdidos, se abalanzaron sobre los de la Juventus. Estos comenzaron a huir en avalancha, y toparon contra las vallas de la grada y contra el muro de la misma.
Las vallas eran fijas y no tenían salidas de emergencia, por lo que quedaron aprisionados los aficionados juventinos. Además, las fuerzas de seguridad actuaron de tal manera que no podían entrar a la zona afectada aquellos que querían acudir a montar gresca, pero tampoco podían salir de allí los afectados por la avalancha.
La situación se agravó, ya que tardaron en retirar las vallas de la zona, y aunque se pudo retirar a varias personas de allí por personal de seguridad incluso, no fue suficiente, ya que hubo casos de asfixia y de aplastamiento.
Se dieron 39 casos de muerte (32 italianos seguidores de la Juve, 4 belgas, 2 franceses y un británico) por lo mencionado antes, asfixia y aplastamiento, y los cadáveres de los fallecidos se colocaron en una zona en la que desde varias partes del estadio se podían ver claramente.
Las imágenes de lo sucedido se emitieron por televisión, y únicamente en la RFA se decidió cortar la emisión. Lógicamente, esto dio un gran impacto mundial.
La UEFA sopesó la decisión de suspender el partido, pero se conminó a que se jugase el encuentro para evitar una catástrofe mayor. Finalmente el partido acabó 1-0 favorable a la Juventus, con gol de Michel Platini de penalti.
Las consecuencias fueron muy grandes:
-Los equipos ingleses fueron sancionados sin jugar competiciones europeas durante cinco años, excepto al Liverpool, que fue sancionado por 10 años (posteriormente se le rebajaría la sanción a 6 años). De esta manera se cortó la racha triunfal de equipos ingleses en la competición (en 8 años, 4 triunfos del Liverpool, 2 del Nottingham Forest y 1 del Aston Villa).
-Sólo fueron inculpados 14 aficionados del Liverpool por la tragedia. Se les impuso una condena de 3 años de cárcel. Tras cumplir la mitad de la condena, se les liberó al entender que las muertes fueron un homicidio involuntario.
-El estadio de Heysel no volvió a acoger un partido de fútbol hasta la década de los 90. Desde el incidente, sólo acogió eventos de atletismo, hasta que a mediados de los 90, tras ser derruido parcialmente en 1994 y ser remodelado y ser renombrado como Estadio del Rey Balduino (fallecido en 1993), fue testigo de un amistoso entre Alemania y Bélgica. En 1996 fue el estadio donde se jugó la final de Recopa entre el PSG y el Rapid de Viena (con victoria para el conjunto francés por 1-0), sin incidentes de ningún tipo.
-Se tomaron medidas más estrictas para la seguridad en los recintos deportivos, como la prohibición de introducir botellas de vidrio en los estadios.
Un incidente triste, en un evento que se supone que tiene y debe ser una fiesta del deporte.
Fuentes: es.wikipedia.org
